El mundo debe de tener un balance, pensé
y es que si toda la gente actuase sin temor,
el caos reinaría (mucho más de lo que reina hoy)
Asumido eso, el punto siguiente fue,
cuan aburrida es la vida sin riesgos,
me imaginaba la vida cuadrada y fría de las personas que estaban frente a mí.
Sí vivir dentro del cuadrado, hacer lo que es "correcto" conforme lo dicta la sociedad, no pensar o peor aun creer que pensar es repetir aquellas cosas que nos enseñaron sin parar lo es, debe de ser de lo más aburrido.
El vivir dentro los convencionalismos, el no darse cuenta de que la realidad la inventamos, que las prioridades las fijamos nosotros mismos, uff que pereza, que pereza me da esa gente, la que no hace las cosas por miedo, que mal, ahora entiendo cuando Bunbury decía: "es posible que el frío venga con la edad".
Luego de todo ese análisis acerca de las aburridas vidas de mis interlocutores, encontré la solución, no discutir con ellos, no vale la pena, si todo el mundo fuera como ellos nada avanzaría, ya no sería el caos sino la monotonía la reina, o sea de nuevo todo tiene un balance, pero en esto momento agradezco no estar en el mismo lado de la balanza que ellos, de ser así creo, el suicidio sería inevitable.
Este parece ser mi tema recurrente, mi limitado nivel de tolerancia hacia cierto tipo de personas.
